Es verdad que hemos sido testigos de grandes manifestaciones de la naturaleza, como tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas, altas temperaturas, entre otros y muchos lo atribuyen a la “furia de la naturaleza”. No es tan sencillo sacar a los seres humanos de la ecuación, pues hemos hecho mucho por la destrucción de la tierra. También es cierto que los esfuerzos que se han hecho por protegerla son bastantes, aún no suficientes, pero la tarea ya está empezada y es importante involucrar a cada integrante de nuestra familia.
Los niños tienden a ser muy receptivos y pueden aprender muchas cosas, positivas o negativas y es nuestra responsabilidad encaminar esa educación hacia el camino adecuado. Una de las tareas más importantes que deben tener muy en cuenta los padres, es que los niños necesitan aprender a cuidar de su hogar, la tierra, desde siempre, pues eso les garantiza a ellos mismos un futuro en un planeta que lo tiene todo. Dicha tarea no es tan compleja, pues aunque parezca que a los niños solo les interesa jugar, solo hay que tomarse un poco de tiempo para conocerlos y por medio del juego o lo que les gusta, enseñarles a cuidar el medio ambiente.
Por ejemplo, es sabido que una de las mejores formas de aprender es a través de la propia experiencia. De nada sirve repetirle al niño que no le pegue a los animales y cuide las plantas si no les mostramos que son, como viven, de que están hechos o porque son tan importantes. Una primera idea puede ser que aproveches el jardín de tu casa y plantes unas flores, un árbol pequeño o incluso hierbas que uses en la cocina. Cualquier planta que les permita hacer un seguimiento y que el niño se de cuenta que son seres vivos, diferentes a nosotros, pero que se alimentan, crecen y también se ven afectados si les hacemos daño.
Llevarlos al zoológico es una excelente idea. El contacto constante con los animales es clave, así que puedes tener una mascota si no hay inconvenientes, y enseñarle a cuidarla, bañarla y alimentarla. Si no es posible tener una mascota, es recomendable hacer salidas a los parques o lugares como granjas en las que se pueda alimentar a los terneros o chanchitos. Entender lo delicados que son los animales que como ellos necesitan de amor, puede formar un adulto consciente y preocupado por el planeta en un futuro.
Dentro de casa también puedes hacer varias cosas. Ya que disfrutar y fomentar la lectura en los niños es fundamental, puedes conseguir cuentos cortos que mencionen animales y sus aventuras. También juegos didácticos en los que se identifique los tipos de animales, sus pelajes, sus cuerpos en general y donde viven. Cuéntales a tus hijos tus historias personales, las mascotas que tuviste de pequeño y lo importante que fueron para ti. Cuando se ve un ejemplo de alguien cercano es más fácil aprehenderlo y seguirlo.
Cosas como el reciclar, el reutilizar juguetes y lo que puedas hacer en tu propia casa servirá de gran ejemplo para los pequeñitos. Este es un comienzo para formar mejores seres humanos, niños que crecen conscientes de su entorno y que tengan clara la importancia de cuidar su planeta.